Se
recostó sobre el respaldo de la silla como si desde esa posición obtuviera una mejor
vista del culo de su mujer.
Ella
apoyaba su pelvis contra la mesada de la cocina frente a la pileta. Lavaba los
platos de la cena, distraída en sus pensamientos.
El
alargó la mano hasta alcanzar el vaso que tenía frente a él sobre la mesa, y se
tomó de un sorbo lo que quedaba de cerveza.
Siguió
con la vista, minucioso y concentrado, la cinta del delantal anudado a la
cintura de su esposa que caía sobre sus nalgas altas y rellenas.
Pensó
en desnudarla y metérsela allí mismo. Estaba caliente. Se tocó suave mientras
imaginaba que ella se recostaría sobre su pecho permitiéndole acariciar su
silueta ondulada y que se abriría para recibirlo. Sintió calor y su excitación
se alborotó del todo.
Era
posible, era su mujer, la tenía a escasos metros.
Se
puso de pie.
La
pondría sobre la mesa, le levantaría la pollera, le abriría las piernas y la
haría disfrutar.
Y
ella no disfrutaría nada, como siempre. Se sorprendería ante su proximidad y lo
esquivaría con alguna excusa que lo alejara de la idea de tener sexo esa noche.
Esa
noche y la mayoría de ellas.
Entonces
prefirió no acercarse.
En
su lugar se encerró en el baño y se masturbó. Cuando terminó salió como si nada
hubiera pasado, le dijo buenas noches y se fue a acostar.
Un
rato después la escuchó entrar al cuarto. Simuló estar dormido mientras la
espiaba y la vio desnudarse lentamente para ponerse el pijama y luego acostarse
en su lado de la cama.
Mañana
sería otro día.
Igual.
Brutal.
ResponderEliminarDemoledor.
Y me temo que más real que esos relatos tan románticos que leo en otros sitios.
Bravo!!!
Gracias!!
EliminarHoy ya es otro día, que prepare el una cena, la invite mientras con una copa de un rico vino. Y quizás sea ella que se siente a mirar su torso desnudo mientras el lava los platos.
ResponderEliminarSe me ocurre.
Un abrazo maga!!
Que relación más triste.
ResponderEliminarSaludos.
Não pode haver prazer quando tudo se passa assim...gelado. Insensivel. Brutal!
ResponderEliminarSó existe a desilusão!
Saludos!
A.S.
Imagino que habrá relaciones así en la misma vida real.
ResponderEliminarGracias por tus huellas en mi blog. Te sigo porque me encanta como escribes.
Besos.
Y si, muchas veces lo mejor pasa en el terreno de la imaginación. Para frustraciones y rechazos, bien está la vida real.
ResponderEliminarAunque está a un paso del abismo: o resucita la relación o termina en alguna cárcel por abuso; la diferencia está en la comunicación sincera.
Besos!
la falta de dialogo en general destruye una parte de la pareja, en general la sexual, quizá mañana sea otro día porque él se anime a... hablarle je... saludos!
ResponderEliminar¿En qué momento empieza a ocurrir y a repetirse esa escena? Es, sin duda, el principio del fin.
ResponderEliminarBesos
Una falta de confianza personal repercute en la pareja, lamentablemente empieza por la insatisfacción sexual al no saber poner en común los deseos... una pena. Me gusta mucho como lo cuentas. Gracias por su visita en el blog de mi Amo.
ResponderEliminarUn saludo.
Me gusta la imagen, tan sensual y elegante.
ResponderEliminarPero parece que quien está casado con ella, sólo puede recurrir a la fantasía, no teniendo la aceptación de ella. Algo frustrante.
Un abrazo.
¡Magnífico María!
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