-¿Cuál es el drama de tu vida?
-¿Hoy?
-Si, hoy.
-Tener a mi mamá y que solo sepa de ella que se llama Ana y que fue médica.
- ¿Qué le pasó?
-Tuvo un ACV.
-Oh! Pobrecita. Que desgracia más grande.
-Para quién?
-Para ella, obviamente.
-No lo sé.
-¿Qué cosa no sabes?
-De quién es la desgracia. Cada vez que me siento frente a ella y nos desconocemos mutuamente siento que la desgracia es compartida. Ella no sabe quién soy, no recuerda que soy su hija: ni siquiera mi nombre. Y yo comienzo a desconocerla a ella, nada de mi madre queda hoy.
- ¿Quién es esa
señora?- me preguntó
-Es Celia, mamá.
- ¿Y quién es Celia?
-Tu hija menor, mami.
Mamá llevó la mirada a sus manos que
descansaban sobre su falda.
- ¿Qué ves?- le pregunté
mientras intentaba saber qué había pasado con su mente.
- ¿Quién? ¿Yo?
-Sí, vos.
-No sé, nada.