"Me han dicho alguna vez, o leí en alguna parte –lo recuerdo
ahora – que durante la infancia nos hacemos treinta y tres preguntas por hora y
que, con el paso del tiempo, cada vez nos preguntamos menos cosas, porque las respuestas
están ahí, pensadas por otros y dispuestas a ser adoptadas por nosotros antes
de que ni siquiera se nos ocurra cuestionar el cómo y el porqué de lo que nos
rodea y nos tiene acorralados. De este modo acabamos conformándonos con la
seguridad de las respuestas ajenas sintiéndonos vencedores cuando en realidad deberíamos
luchar por mantener el riesgo constante de las preguntas privadas.
Sí, se educa para ser débiles, pero para cuando lo
comprendemos ya es demasiado tarde. Alcanza con mirar fotos de niños que
algunas vez fueron y compararlas con las fotos de adultos que estos niños
resultaron ser para que nos invada una sensación de triste extravío, de
resignado desconcierto ante lo imposible de recuperar. Esta boca y esta nariz
pueden llegar a coincidir con aquella nariz y aquella boca; pero algo se ha
quedado para siempre en el camino: el brillo desafiante de una mirada, la curva
cruel de una sonrisa pura y bestial, la estatua perfecta y la silueta aerodinámica,
optima e inasible para alcanzar la mejor velocidad cuando se corre pero nunca
se huye. Felices enanos perfectos que misteriosamente, aparecen anacrónicamente
adultos en esos brillantes papeles viejos..."
"MANTRA" de Rodrigo Fresán.
Lo que sucede en nuestra infancia nos marca, pero luego està en uno modificar algunas cosas, creo que hay tiempos para cambios, siempre.
ResponderEliminarUn abrazo Magah.
Yo creo lo mismo, confrontarnos con las ideas y preconceptos que tenemos es una manera de modificar cosas, por eso el texto, porque me puso a pensar y como otros van abriendo mi lata.
EliminarMuy bueno, Magha. Una porción de la candente realidad. El macabro adoctrinamiento que adormece mentes y en vez de estimular el pensamiento y la libre opinión, construye ejércitos de acólitos que siguen indicaciones ajenas. Hitler (personaje siniestro si los hay) tenía como frase de cabecera: "Cuanto más grande la mentira, más gente la cree"
ResponderEliminarTiempos difícles transcurren...
Un beso grande, mi amiga!
Posiblemente el cambio interior radique en seguir manteniendo aquel nivel de preguntas y no quedarnos con esas "mentiras", asi los tiempos pueden ser menos difíciles, no?
EliminarSi, perdemos demasiado en el camino, demasiado. La sonrisa de nuestro yo niño es todo un síntoma,y eso viene a doler mucho después. Un texto impecable. Y beso.
ResponderEliminarSì, en ese camino, por sobre todo vamos inflando esa silueta aerodinámica y un día sin saber como nos encontramos huyendo. Creo que de nosotros mismos. Y beso.
EliminarMuy bueno Magah. Yo sigo con unas 20 preguntas por hora...Algo aprendí en estos años, pero todavía no perdí la capacidad de replantearme a mi mismo y a todo lo que me rodea. No puedo ni quiero resignarme.
ResponderEliminarBueno, 20 preguntas por hora no está nada mal...es que usted es un nene Ato, y se le nota aun entre el pelo y la barba entrecana.
EliminarYo tampoco me resigno, y eso está muy bien.
Beso
Brillante! Me reservo el secreto placer de querer evitar esa situación, aunque a veces lo logre y otras veces no.
ResponderEliminarReserve, aun las respuestas si es que las logra, no las chifle, terminan obturando el pensamiento ajeno.
EliminarSí, es brillante!
'... si no se hacen como niños, no entrarán en el reino de los cielos'
ResponderEliminarAun sacándole toda connotación religiosa, veremos que 2000 años atrás, ya se tenía conciencia de que para ser felices, no debemos dejar de ser esos enanos que tan bien describe Fresán.
Un abrazo
Interesante mirada que va sumando Condesa!
EliminarGracias.
Uf......todavia no termino de aprender. Tengo preguntas. Te dejo porque voy a jugar con el Rasti. Un beso!
ResponderEliminarQue lindooooo el Rasti, nunca logré levantar castillos tan hermosos como los que se veían en la tapa y en los libritos que indicaban como hacerlo.
EliminarUsted va a criar a un niño sabio.
Beso
Mire yo solo jugaba....lo de armar algo se lo dejaba a los inspirados. jaja.
EliminarEs cierto.....se viene el pibe...
Ve? todas las preguntas que aún tengo!
Y no sabés todas las que vas a tener!! A las que tenés por niño, sumales las que tendrás por padre!
EliminarBeso Dany y ya estoy yendo para allá, anduve perdida en mi mapa personal.
Después de leer aquello leí esto:
ResponderEliminarUNA CENA
Casualmente un piano
como en casa de Siri en Trenque Lauquen.
Hay cosas que no alcanzan
para salvar la existencia,
ese recuerdo no me acerca en nada
a la música.
Sirve apenas para recordar mi edad, a Siri, a su mujer en el piano
notas que aprendí y necesariamente
olvidé.
Alguien frente a mí, ahora, está cenando
y yo, indiferente al rito del otro
sigo pensando en el piano
en las formas posibles de lo que fui.
Leticia Ressia
Hay que buscar lo que quedó.
EliminarGracias por esta hermosa cena.
Hermoso texto. Sigo apostando a las preguntas, a la incertidumbre de esos segundos eternos esperando una respuesta. Me gusta saber mas que suponer.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo
Sólo pensar en saltar del tren delata que usted conserva los bolsillos llenos de caramelos, y como diría un viejo amigo, eso está muy bien.
EliminarBeso.
me encantó este texto, y es tristemente cierto.
ResponderEliminarpersonalmente me resisto a dejar de hacerme algunas preguntas, pero me di cuenta hace poco.quiero saber quien soy
besos
Es un texto abrelatas, de modo que si nos resulta cierto no tenemos más que aplicar algunos giros a la lata y vemos que podemos hacer para que de a poco vayan siendo mentiras. Digo...
EliminarAbrazo
hacerse adulto sin adulterarse es la única manera de verse en esas fotos con una sonrisa.
ResponderEliminarMe gusta ir por la calle y mirar a la gente grande e imaginármelos como niños. Es en esos momentos cuando logro sentirme más conectado con ellos.
Me encantó espíritu abrelatas!!
Besos
Que genialidad eso de "HACERSE ADULTO SIN ADULTERARSE"...
EliminarGracias sin enlatar!
Un placer visitarte. Hermoso texto. Ciertamente no hay nada como la risa de un nino.
ResponderEliminarRegreso pronto por aqui.
http://cuentosdensueno.blogspot.com
http://a212grados.blogspot.com
Bienvenida placentera...será otro placer.
EliminarMe recuerdo de niña y la verdad, no me parece que haya sido la etapa más feliz de mi vida. Era una típica nena "traga" que vivía devorando libros en busca de respuestas a esas ¿treinta y pico? ¡mil y pico! de preguntas que me surgían a cada rato.
ResponderEliminarLe preguntaba a mamá y ella siempre tenia la respuesta adecuada. Claro, hoy me doy cuenta que seguramente me diría cualquier boludez para dejarme tranquila.
Hoy ya sé que hay cosas que no sé, que hay cosas que aprendí por mi propia experiencia y otras que me creo por ingenua o por no sufrir. Las demás las googleo, jajajajaja.
Y soy una adulta feliz.
Creo que mi mamá me decía cualquier boludez para sacarme de encima, ahora daría cualquier cosa por tenerme encima...me hiciste pensar en eso.
EliminarY más que bien que haya cosas que no sepas es el camino para saberlas e ir en camino inverso a la adultez aburrida. Será eso el secreto de tu adulta feliz?
Abrazo
Te aseguro que me hago muchas más preguntas ahora que de pequeña, o igual es que no me acuerdo bien, pero seguro que las de ahora son mucho más difíciles de responder, si es que tienen respuesta.
ResponderEliminarbesos
Algunas preguntas no tiene respuestas y está bien no prepearlas. Yo lo hago tal vez por que no me banque saberlas.
EliminarBeso
Es un texto que revuelca. Efectivamente no hay que cansarse de aprender, creo que es uno de los secretos para evitar que el cerebro envejezca (al menos) y seguir manteniendo una sonrisa en la cara.
ResponderEliminarUn abrazo.
Acercarse al saber revuelca, me parece acertada ese estado de remolino. Cuando uno sabe no hay camino de retorno.
EliminarOtro abrazo.
siempre me mareé en las hamacas y las calesitas, y casi no aprendí a andar en bicicleta, por tanto mis preguntas fueron muchas mas que treinta y tres. y las respuestas no me gustaron demasiado, así que, por suerte, sigo mareandome en los juegos de la plaza y sin andar en bici. y ya casi recupero algunas de aquellas preguntas.
ResponderEliminarcaramba, magah!
fresan y usté me pusieron a abrir mi lata!
la abrazo por eso!
(che, qué cosa este Cronista!...)
Y usted amiga es una constante abrelatas para mí y me gusta asombrarla y que me asombre usted.
EliminarMe gustan nuestas "plazas" con miradas de chispas.
La abrazo también.
Yo creo que ahora no nos preguntamos nada, es porque tenemos la certeza que a nadie le interesa y nadie nos contestara.
ResponderEliminarBesos
Responernos.
EliminarY a alguien le interesamos, siempre hay alguien, tal vez no muchos, no? y beso.
No podía haber sido titulado mejor. Y a correr se ha dicho, nada de huidas! Sí, sí, si la muerte viene (inevitable) que nos encuentre peleando y no rogando piedad. Besos.
ResponderEliminarSabe que soy su fans?...si, si por "abrelatas" y "abrealmas". Por las dudas corro detràs suyo.
EliminarBesos
"Cuando el niño era niño
ResponderEliminarcaminaba balanceando los brazos,
quería que el arroyo fuera un río,
que el río fuese un torrente
y que ese charco fuera el mar.
Cuando el niño era niño
no sabía que era niño,
para él todo estaba animado
y todas las almas eran una.
Cuando el niño era niño
no tenía una opinión de nada,
no tenía costumbres,
se sentaba a menudo con las piernas cruzadas
o salía corriendo,
tenía un remolino en el pelo
y no hacía caras cuando lo fotografiaban.
Cuando el niño era niño
era el tiempo de preguntar:
¿Por qué soy yo y no tú?
¿Por qué estoy aquí y no allá?
¿Cuándo comenzó el tiempo y dónde termina el espacio?
¿La vida bajo el sol no es sólo un sueño?
Lo que veo, oigo y huelo ¿no es acaso
una ilusión del mundo ante el mundo?
¿Existen realmente el mal
y la gente mala de verdad?
¿Cómo es posible que yo, el que soy,
no existiera antes de nacer
y que un día yo, el que soy,
no seré más este que soy?
Cuando el niño era niño,
no pasaba las espinacas, las arvejas,
el arroz con leche, la coliflor,
ahora come todo eso, y no sólo porque debe.
Cuando el niño era niño
una vez despertó en una cama desconocida,
y ahora lo hace una y otra vez.
Entonces mucha gente le parecía hermosa,
ahora sólo unos pocos, y con suerte.
Tenía una imagen clara del Paraíso,
ahora, a lo sumo puede adivinar,
no concebía la nada,
y hoy tiembla ante la sola idea.
Cuando el niño era niño
jugaba con entusiasmo,
y ahora se emociona como entonces
pero sólo con el trabajo.
Cuando el niño era niño
era suficiente comer una manzana, ...pan,
Y aún ahora lo es.
Cuando el niño era niño
las moras le caían en las manos
como sólo las moras pueden hacerlo,
y así es hasta hoy.
Las nueces le ponían áspera la lengua
y aún lo hacen,
tenía, en cada montaña,
el anhelo de una montaña más alta
y en cada ciudad,
el anhelo de una ciudad mayor,
y todavía es así,
arrancaba las cerezas de las ramas más altas
con una euforia que siente todavía,
tenía cierta aversión a los extraños
que todavía conserva
y esperaba la primera nevada
como la espera hoy.
Cuando el niño era niño
arrojó un palo contra un árbol como una lanza
y allí está temblando todavía."
Peter Handke, Canción de infancia
Perdón por la extensión, pero me pareció que valía la pena...
Creo que la huella de los niños que fuimos nunca se va del todo, siempre está brillando- o temblando- en lo que somos y en lo que seremos.
Un beso grande
Uy!!! Que lindo eso Betina!!! Una oportuna canción de infancia.
EliminarGracias!
He sido gratamente sorprendido por este texto.
ResponderEliminarGracias querida Magah!
Ahí esta, si ha sido sorprendido usted conserva algo de niño.
EliminarY me gusta eso de "querida" me suena de un afecto genuino.
Gracias querido Mostro
"...deberíamos luchar por mantener el riesgo constante de las preguntas privadas."
ResponderEliminarYo me quedo ahí,donde de preguntar en privado tengo bien poco,tal vez a modo de que continúe encendida esa llamita tenue que delata mi niñez interna...
BESOS SIN PARACAÍDAS :))
Deberiamos animarnos a eso, a veces no podemos.
EliminarBeso grande querida gabu.
Me gusta este texto de Fresán que nos compartís. El tema es que cuando creí encontrar respuestas para todas las preguntas, me cambiaron el cuestionario...
ResponderEliminarComo siempre un placer entrar a tu blog!
Saludos van, Magah!
Me hiciste acordar de un "poster" de aquellosssssssssss que tenìa pegado en la puerta de Mi cuarto, cuando mis padres viajaban que solitaria me quedaba.
EliminarTenìa un mono rascàndose la cabeza que precisamente decía: Justo que aprendí todas las respuestas, me cambiaron las preguntas!
Y abrazos!
La nostalgia es enorme cuando uno se pone a añorar la infancia!
ResponderEliminarUn abrazo.
Hoy viniendo a casa del trabajo me quedé mirando a una nena, mocosa, tironeada del brazo por una mamá que iba en un mundo alto, mientras la chiquita se entretenía mirando las piernas gigantes de los que le pasaban por los costados.
EliminarSe me calleron un par de lágrimas y me quedó la nariz llena de mocos.
Suele parecer politicamente incorrecto cuando un adulto se libera de sus yugos maduros y desata su niño interior, con sus observaciones mordaces y sus preguntas incómodas, con sus miradas procaces y esa irreverencia que los caracteriza. Lo mandan a callar, usualmente...
ResponderEliminarEs verdad y si no logran callarlo piensan que está un poco loco. No por nada la locura es tan amenazante.
EliminarAbrazo.
Abre latas y abrementes...
ResponderEliminarMantener el riesgo constante de las preguntas privadas...
Todo un desafío.
Un gran abrazo.
SIL
"Abrelatas" abrir mentes, quitar oxido, sacudir el polvo, ablandar,refrescar, desaprender, re aprender, ver...
EliminarYa sabemos las respuestas.
ResponderEliminarPero no queremos admitirlas.
Sí, cada uno sabe las respuestas y hay quienes no podemos admitirlas.
EliminarY beso
Creo que me sigo haciendo el mismo número de preguntas aunque algunas se repiten a diario sin obtener respuesta.
ResponderEliminarSerá una pràctica eterna...benditas preguntas sin respuestas, motor para avanzar
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