Mina viaja recostada en el último asiento de un colectivo, le pega en la cara el último resto de sol que entra por la ventanilla.
Por el rabillo del ojo ve que un hombre va a sentarse a su lado. No se mueve hasta que el acompañante muerde su abrigo al tirar todo su peso sobre el asiento, solo allí gira la cabeza y lo mira a la cara.
Acompañante se disculpa.
“Lindo- piensa Mina- Lindo”
Los hombros de ambos quedan pegados, ninguno de los dos se mueve. Mina huele su perfume. Le gusta. El se acerca e imprime un mayor contacto entre los hombros de los dos.
“Tiene espalda amplia-piensa ella, debe ser fuerte”
Transcurren las cuadras, las avenidas. El transito, por momentos detenido, hoy no es razón para el fastidio.
“Está buena- piensa él – debe ser suave”
Hombre ha perdido la prisa y Mina desea que el viaje sea eterno, aunque sea para sostener el juego.
Hombre baja su mano hacia su rodilla, y roza la mano de Mina. Los movimientos del colectivo los aproximan mas aún, nunca los alejan.
Hombre mueve su pierna, la acerca levemente a la de ella.
Mina ejerce una leve presión sobre la de él a modo de respuesta y en ese instante siente que va perdiendo la modorra rutinaria de los últimos días. Le corre un viento fresco por dentro, su ánimo se va transformando. Registra el deseo de poder tocarlo. Mira sus manos. “Como a mi me gustan- piensa – grandes y fuertes”
Sigilosamente hace girar sus pupilas y de reojo y cuidando de no ser advertida le mira la entrepierna, mientras él, del mismo modo, le mira el escote.
“Las mejores tetas que he visto en los últimos tiempos- piensa”
Quietos, sin perder los puntos de contacto.
Mina llega a destino, le pide permiso para pasar, el se pone de pie sin quitarle la mirada de encima, ella también lo mira. Mina baja del colectivo y él detrás. Hombre la sigue, callado. Camina a escasos metros de ella. Mina entra a su casa, deja la puerta entreabierta.
El entiende y entra. Cierra la puerta despacio tras de sí y gira. Un living pequeño vacío, literalmente vacío, sin muebles, casi sin luz, salvo la que el atardecer va perdiendo en manos de la noche y deja entrar por el ventanal desnudo.
Hombre comienza a dudar si permanecer o salir de inmediato por donde entró. No sabe el nombre, ni quien es esa mujer, a esta altura comienza a sospechar que ella haya sido real.
Silencio.
Se pregunta que está haciendo ahí. Nadie le responde.
Mina lo espía por detrás de una puerta, lo recorre todo, desde la cabeza a los pies, se detiene en sus piernas. Respira profundo y aparece delante de él.
Un paso cada uno y recobran los puntos de contacto. El la huele en el cuello, la reconoce en la oscuridad que se va haciendo densa. Le saca la blusa y hábilmente le desprende el corpiño que dejan caer al piso. La mira. No se había equivocado, apoya su mejilla sobre su pecho y lo estremece la tibieza y la suavidad. Así lo había imaginado.
El se saca la ropa. Le toca la espalda, va recorriendo con la yema de sus dedos cada vértebra hasta perderlas todas. Su otra mano asciende desde la rodilla hacía arriba. Mina entrelaza sus piernas entre las de él y se mete en su boca.
Ambos, de espaldas al piso, sobre la ropa que fueron perdiendo una a una, con la mirada y el silencio hacia el cielo raso, exhaustos, sonríen.
Habían salvado el día.
Por el rabillo del ojo ve que un hombre va a sentarse a su lado. No se mueve hasta que el acompañante muerde su abrigo al tirar todo su peso sobre el asiento, solo allí gira la cabeza y lo mira a la cara.
Acompañante se disculpa.
“Lindo- piensa Mina- Lindo”
Los hombros de ambos quedan pegados, ninguno de los dos se mueve. Mina huele su perfume. Le gusta. El se acerca e imprime un mayor contacto entre los hombros de los dos.
“Tiene espalda amplia-piensa ella, debe ser fuerte”
Transcurren las cuadras, las avenidas. El transito, por momentos detenido, hoy no es razón para el fastidio.
“Está buena- piensa él – debe ser suave”
Hombre ha perdido la prisa y Mina desea que el viaje sea eterno, aunque sea para sostener el juego.
Hombre baja su mano hacia su rodilla, y roza la mano de Mina. Los movimientos del colectivo los aproximan mas aún, nunca los alejan.
Hombre mueve su pierna, la acerca levemente a la de ella.
Mina ejerce una leve presión sobre la de él a modo de respuesta y en ese instante siente que va perdiendo la modorra rutinaria de los últimos días. Le corre un viento fresco por dentro, su ánimo se va transformando. Registra el deseo de poder tocarlo. Mira sus manos. “Como a mi me gustan- piensa – grandes y fuertes”
Sigilosamente hace girar sus pupilas y de reojo y cuidando de no ser advertida le mira la entrepierna, mientras él, del mismo modo, le mira el escote.
“Las mejores tetas que he visto en los últimos tiempos- piensa”
Quietos, sin perder los puntos de contacto.
Mina llega a destino, le pide permiso para pasar, el se pone de pie sin quitarle la mirada de encima, ella también lo mira. Mina baja del colectivo y él detrás. Hombre la sigue, callado. Camina a escasos metros de ella. Mina entra a su casa, deja la puerta entreabierta.
El entiende y entra. Cierra la puerta despacio tras de sí y gira. Un living pequeño vacío, literalmente vacío, sin muebles, casi sin luz, salvo la que el atardecer va perdiendo en manos de la noche y deja entrar por el ventanal desnudo.
Hombre comienza a dudar si permanecer o salir de inmediato por donde entró. No sabe el nombre, ni quien es esa mujer, a esta altura comienza a sospechar que ella haya sido real.
Silencio.
Se pregunta que está haciendo ahí. Nadie le responde.
Mina lo espía por detrás de una puerta, lo recorre todo, desde la cabeza a los pies, se detiene en sus piernas. Respira profundo y aparece delante de él.
Un paso cada uno y recobran los puntos de contacto. El la huele en el cuello, la reconoce en la oscuridad que se va haciendo densa. Le saca la blusa y hábilmente le desprende el corpiño que dejan caer al piso. La mira. No se había equivocado, apoya su mejilla sobre su pecho y lo estremece la tibieza y la suavidad. Así lo había imaginado.
El se saca la ropa. Le toca la espalda, va recorriendo con la yema de sus dedos cada vértebra hasta perderlas todas. Su otra mano asciende desde la rodilla hacía arriba. Mina entrelaza sus piernas entre las de él y se mete en su boca.
Ambos, de espaldas al piso, sobre la ropa que fueron perdiendo una a una, con la mirada y el silencio hacia el cielo raso, exhaustos, sonríen.
Habían salvado el día.
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La verdad es que ambos,
ResponderEliminarno perdieron el tiempo,
eso se llama ir al grano.
Siempre me sorprenden
gratamente tus relatos,
fresca tu manera de expresar.
Besos.
Desde luego que aprovecharon el día.
ResponderEliminarBesos.
Poco racionales, no?
ResponderEliminarEn mi próxima vida...
Supongo que al placer normal hay que añadir el que produce el riesgo...
ResponderEliminarEres maga. Lo eres.
Y después llegaron las presentaciones:
ResponderEliminar-Mucho gusto, mi nombre es Mina- dijo ella extendiendo la mano.
-Encantado de conocerla/las -dijo el Hombre, atendiendo con el plural a Mina y todas sus partes.
:))))
Besos y excelente finde Magah!!!!
A mì me suele pasar esto, pero hasta la parte en que la mina se baja.
ResponderEliminarDesde ahì, yo tengo que seguir para el laburo, y la mina, desde el piso, me mira con el rabillo del ojo.
Bien escrito.
saludos
Che, esta Mina sí, que la tiene clara !
ResponderEliminarA veces , como hoy, me pregunto por qué gastamos tanto tiempo hablando...
Digo más naaaaá y me voy !
:))
Abrazo infinito maga sin hache.
SIL
Dios mío !
ResponderEliminarya!?
tan rápido!
ni cuenta me dí Magah,
y mira que eres detallista,
...
Limpiaron el plato de un
santi-amén!
Lo esencial, sonríen exhaustos, y se salvan mutuamente, complacidos.
Besos.
Justo hoy (ayer) que hablàbamos de los riesgos.
ResponderEliminarSiempre pensé que era una pena "no poder" conocer a nadie en el coelctivo.
Ni por la calle.
COmo se hacía antes.
Así se conocieron mis viejos. Ella se bajó del colect y él la siguió.
Y después la esperó varios días en la parada donde había subido.
besois
Que buena historia! Si la hubiese escrito yo, la mina se convertiría en un súcubo sediento de sangre y se lo hubiera lastrado.
ResponderEliminarBesos mostros, un placer conocerla.
¡Ya mismo pongo el auto en venta!
ResponderEliminarAunque pensándolo bien, mis kilómetros de colectivo han atesorado más protestas femeninas como toda respuesta a miradas insinuantes que visitas a livings de desconocidas.
Mis respetos a los furtivos protagonistas de la más perfecta historia de amor que jamás olvidarán, sin nombres, decorado, promesas, reclamos ni sueños marchitos.
D.
Yo llegué a pensar que era una Drácula! jejeje...por suerte salvaron el día! jajaja
ResponderEliminarqué lindo Magah! no sé si real o no pero está bueno pensar que esas cosas pueden suceder
ResponderEliminarbesos
y 14!!!, obvio
ResponderEliminarcuantas cosas inesperadas pueden suceder en un corto recorrido de colectivo.. las palabras salieron de sus cuerpos, no de sus labios... lastima que me conduzco en mi auto, no tomo colectivos :(
ResponderEliminarbesotes enormes y buen fin de semana
¿No sabés si ese colectivo pasa por La Plata?
ResponderEliminar¡Genial relato!
Voto por la remake de "Un mundo de veinte asientos" con Magah como guionista"
un beso
...y también gracias a la ausencia de palabras, esas que tantas veces se prestan a malentendidos.
ResponderEliminarRelato Magistral Magah!
Besotes,
Y no me voy a perder este gustito.
ResponderEliminarY 18...
Saludos!
qué visual fue tu relato. hay que filmarlo.
ResponderEliminarabrazos!
MARISA
ResponderEliminarGracias… y es que es necesario, ganarle al tiempo. Mina y Hombre no usan reloj, tienen comunicación directa al deseo.
TORO
Mire Toro, creo que después de ese cielo raso de sonrisas, siguieron, parece que la pasaron bomba. Química de una, vió? Y eso no se da todos los días.
WINTER
Me lo pregunto junto a usted y como respuesta me sale ponerme a pensar que mas bien, poco caretas. Tuvieron ganas y no anduvieron con vueltas…no se da a menudo que dos personas tengan esa química.
MARIAJESUS
Gracias y usted la ha dicho mujer SABIA! Abrazos!
SUSANA
Claro, habrá sido así y ahora que se conocían, era momento apropiado para ir por otra vuelta… Un abrazo!
MUY BIEN LLEVADA LA HISTORIA Y LA ATMOSFERA.
ResponderEliminarSALUDOS, JULIETT.
¿Por qué yo nunca tuve tanta suerte?
ResponderEliminar¿Por qué yo nunca fui tan decidido?
Pero realmente ocurren estas historias??? o sólo las imaginamos??
ResponderEliminarBesos preciosos
GAUCHO
ResponderEliminarPor que no baja del cole, un día, y ve que pasa. Digo, hacer algo distinto! Gracias y saludos.
SIL
Bueno, vió uno siempre cojea de algún lado. Este aspecto Mina lo tiene claro, pero seguro que por algún lado chinga.
Quelevamosahacer! Perfectito, nadie.
VERBO
Jajaja, si en un santiemen y cada cosa en su lugar. Besos y gracias!
MONA
Solo tendríamos que asegurarnos que el tipo no sea abogado, vaya a saber una que tipo de demanda se le pudiera ocurrir…jajaja… ¿Abuso deshonesto? ¿Cómo caerá? Besos y gracias por todo. Usted es una divina.
MOSTRO
Que honor para mí que le guste. Un placer también haberlo conocido. Vamos a ver si me sale alguna de terror, aunque nunca pretendiendo igualarlo. Abrazo!
DANIEL OS
ResponderEliminarMis reverencias, semejante comentario viniendo de usted. Y haga el favor, no venda el auto, pasee en un Bondi y recite maestro, usted solo recite y caen a sus pies. Abrazo siempre.
NEOGEMINIS
No pensó tan mal, dicen por ahí que se bebieron hasta la sangre. Saludos.
LAURA
Bien por su 14 y vió usted que en este mundo pasa cada cosa!!
Besos.
JULIE
Entre tanta gente motorizada, yo les digo que se están perdiendo la sal de la vida. Aprendan, metan las monedas en la maquinita y vean que les sucede. Besos jajajaj
CRISTINA
Dice MINA que si, es mas, ella lo tomó en La Plata y se pegó un viajecito de aquellos. No pierda tiempo mujer, vaya. ¿Quién le dice que no encuentre a Hombre? Besos y abrazos de a miles para vos.
Hombre y Mina tuvieron suerte de encontrarse para salvar el día.
ResponderEliminarRelato emocionante maguita uno lo disfruta al máximo con ese ritmo tan interesante que le has dado.
Un abrazo magah
CLAUDIA S.
ResponderEliminarAsí es reina de los Cortitos, sobran las palabras, no se necesitan, a veces embarran la cancha. Besos.
CHICA
Dele, busquemos quien produzca, usted musicaliza, le pone ritmo de tambores y a volarrrrrrrrrrrrrr.
Gracias.
JULIETTE
Muchas gracias y me alegra que le guste.
LUIS
Vamos atrévase, baje del colectivo usted también, un poco de amor puede salvarnos mas que un día.
DANI
Vos, ¿Qué crees?
Besos furtivos.
Hola MARIAN
Muchas gracias es un gusto siempre y que te resulte emocionente! Abrazo
Ahhh, asi da gusto aprovechar el tiempo!!
ResponderEliminarYo a veces me pregunto, estas cosas ¿cuántas veces en la vida te pueden pasar?
No me refiero al levante en el bondi, sino a la química inmediata.
No muchas, ¿verdad?
Bien aprovechado entonces! ajaja
Besooosss
Me convenciste, no viajo más en taxi!
ResponderEliminarMina queda satisfecha,apoya su cabeza en su hombre, él la acaricia suavemente. Mina se amodorra y termina durmiendo...
ResponderEliminarMina despierta, él no esta, se levanta recoge sus ropas y se dirige al dormitorio, prende la luz y la sorpresa estalla en sus ojos....la tv desaparecio....
Genial Magah, genial. Curiosidades, solo una, que paso despues... Si bien no se hablaron eningun momento, habra habido despedida¡?
ResponderEliminarSaludos
Que devaluado está todo. Yo,en una situación así, habría -por lo menos-salvado el año...
ResponderEliminarCuántos recuerdos me trae este genial relato !!!
ResponderEliminarAunque no idénticas, varias experiencias viví con Minas que conocí en similares circunstancias…, hasta que llegó el primer Citroën y se acabaron las Minas…, bueno, es una manera de decir.
Hubo que “rebuscárselas” con otras “artes” porque el auto no daba para el “levante” de Minas como aquellas.
Para ser franco…, a veces lo dejaba estacionado, y me tomaba el 60 hasta el Tigre!!!.
Muy bueno Magah!!!
Rik
Siempre supe que esas cosas pasaban en un colectivo. A decir verdad soy medio pavote, soy de los que extrañan las correcerías del cóndor y el indio, de los banderines y los rebetes y espejos vicelados... igual no le niego nada. La fantasía nunca descansa pero eso de bajar así de una...me da pavura.
ResponderEliminarMe da a pensar. Qué hubiera sucedido si alguna vez me hubiera atrevido a bajar detrás de algunas tetas...no...no soy yo.
Linda mina la del texto y ud.
beso,
Habìan salvado el dìa y quizà...la vida...
ResponderEliminarBeso grande!
Carlos Ponce hizo un tema para las "mujeres con pantalones" o con corbata que es lo mismo...ya lo estoy posteando
ResponderEliminarQué bueno que estaría así de fácil!!!....Y salvar el día más seguido (je,je,je)...muy buen relato Magah!
ResponderEliminarsiempre la espio, la admiro y no la olvido
ResponderEliminarbesos
magnifico relato , he revizado algunos post anteriores y me gusta como escribes.
ResponderEliminarSaludos
Que calor che, sensual y muy bien cuidado tu relato Magahita. Me dio mucho placer sentir ese silencio entre ellos mientras todo sucedía, es un logro mantener la escena sin la necesidad de diálogo. Aunque nunca lo hago, la redondez de tu texto me trae la necesidad de sugerirte que le saques ese: " Ninguno habla", eso está clarísimo, y rompe un cachito el clima que en todo lo demás es PERFECTO!
ResponderEliminar(que ganas de ser la mina! )
Beijos
Estercita
Yo pensé que al final me asaltarías con un giro inesperado... pero fue sorpresivo igual, ya que esperaba otra cosa! Es indudable, escribis muy bien.
ResponderEliminarIntenso, asciende la emoción hasta el último encuentro,, me alegro por Mina, mujer liberándose.. besos
ResponderEliminar¿Sin don? ¿O condón?
ResponderEliminarEs deporte de muy altísimo riesgo.
Simple, claro y divertido.
ResponderEliminarSon cosas que perdemos no ?
Estem.... me morí! No soy tan audaz, definitvamente!
ResponderEliminarBesazos princesa!
P.D. Te dejé un regalito en mi Blog, arriba... a la derecha!
Quien pudiera animarse a tanto en el transcurso de cualquier viaje!!!
ResponderEliminarP.D.:Simplemente dejarse fluir,sin despuès...
BESITOS MAGU ♣
Linda manera de salvar el día. Esas cosas deben ocurrir, supongo yo, que aún soy virgen en la materia.
ResponderEliminarUn saludo.
Podríamos decir que salvaron "ampliamente" el día. Y hasta, se pueda pensar que podrían salvar sus vidas...
ResponderEliminarSaludazos!!
Ehh yo tuve esa fantasía...pero no se cumpló. Ufa.
ResponderEliminarLos engranajes del impulso funcionan de esa manera, y debemos agradecer que aún existan (dentro de nosotros, siempre existirán) en estos tiempos de vidas mecanizadas y rutinas que huelen a letanía.
ResponderEliminarUn relato maravilloso, no se me ocurre otra palabra. Tu sensibilidad supera cualquier elogio.
Un abrazo con admiración.
¡¡¡¡Química y audacia!!!!
ResponderEliminarme encantó :)
Besos.
Me gustó mucho, todo lo que las palabras no pueden decir se transmite con el resto de los sentidos.
ResponderEliminarBesos
asi es como debe ser.
ResponderEliminarsin razón y con pasión.
despues vemos!
lo demás, son las cosas que van desmayando la vida, compañera.
un abrazo