La encontré en un bodegón de San Telmo frente al Parque Lezama. Sí, imagino que estarás pensando:”Quien diría que ibas a andar por allí, si el parque Lezama solo existía para nosotros a partir de Rolando Rivas y obviamente por televisión.”
Bueno, allí estaba, jamás hubiera reparado en ella sino fuera por que su certeza de quien era yo, hizo que se me parara adelante y pronunciara mi nombre insistentemente y con tono de pregunta.
La miré y de inmediato entendí que era alguien a quien yo debía conocer, pero por mas esfuerzo hecho no podía saber de quien se trataba. Lentamente fui encontrando algunos indicios en su rostro de que ahí había alguien de mi pasado. Mientras ella se sonreía, jugando con mi confusión, sin mediar preámbulos le solté la pregunta antipática, que no le borró el brillo a sus ojos: “¿Quién sos?
Me gritó su nombre y, en la sorpresa, nos agarramos fuerte en un abrazo.
Las imágenes y los recuerdos comenzaron a agolparse en mi cabeza como cuando caen las fichas en un tragamonedas.
Anita S, aquella enana terrible, compañera de los primeros años de la secundaria, la que usaba el guardapolvo blanco abotonado adelante y se paseaba con un pucho encendido por el patio de la escuela, en los recreos, desafiando a los celadores y sin importarle nada de lo que le dijeran. La misma que era capaz de tirar a su gata sobre las brazas y trepar a un árbol o meterse a jugar un partido de futbol con los varones en la cancha de Brown en Arrecifes, cuando íbamos para el día del estudiante.
¿Sabés?, ella dice que yo estoy igual, yo no le creo, sin duda la enana conserva aquella memoria de gigante que tenía por aquellos años, y que usaba para divertirse, como cuando con exactitud recordaba la fecha del período menstrual de algunas de nosotras (bien se las ingeniaba para enterarse), y no solo lo publicaba en el pizarrón, sino que también se nos solía acercar y en voz baja, fingiendo una actitud compinche, te decía que tenias el guardapolvo manchado. Ella disfrutaba del estado de pavor en el que una quedaba sumergida en medio de la vergüenza, hasta corroborar, de espaldas a una pared, que una vez mas era una de las suyas. A pesar de que el “chiste” algún día se hizo viejo, ella se seguía divirtiendo, ya que era imposible no fijarse, por las dudas.
La petisa se hacía odiar.
La verdad es que ella no está igual, aunque conserva sus dimensiones físicas, su rostro esta teñido por el paso del tiempo, no son arrugas, es como un velo añoso que le ha ido destiñendo las facciones. Sigue teniendo una particular voz ronca, pero ahora lleva anteojos.
De alguna manera ella había muerto para mí, a veces, los que desaparecen se mueren y a veces es al revés, aun desaparecido no mueres.
Abrió la billetera y sacó dos fotos, primero me mostró una de su nieta de apenas unos pocos meses, orgullosa y maravillada por una forma de amor nueva que yo no conozco, y luego otra, vieja y decolorida, donde ella, yo y tres compañeras mas, posábamos en la puerta de la escuela, levantándonos el guardapolvo, mostrando, divertidas y audaces, las piernas.
Para ella yo siempre estuve viva, e inclusive también vos, que hoy estas muerto.
Magah: Como la Maga de Cortazar, pero con H. Primero felicitarte por la apertura del blog. Después por el exelente Anita S. El clima es perfecto, y el final me dió escalofríos. Es verdad como cierta gente, cuando se la deja de ver,se convierten en muertos para nosotros, y al contrario, otra sigue viva y palpitante. Hay personas que conocí en la vida y que olvidé para siempre y otra de la que sigo hablando permanentemente.
ResponderEliminar¿Para cúantas personas de mi pasado yo estaré vivo y para cuantas muerto?.
Terrible y maravilloso.
Sergio (De proyecto de Escritura)
Sergio, no tenes que aclarar que sos del taller, te tengo muy presente. Gracias. Muchas gracias, sos especial!!!
ResponderEliminarFelices próximos dias para vos y tu flia.
Magah
Anita saca una foto en la que estás vos, 30 años atrás, con ella, de su billetera!!!! Magah, creo que alguien te ha regalado el principio de tu posible primer novela. Ponele resaltador, pensá todo lo que se movió el cosmos para que vos y esa foto coincidieran en ese espacio tiempo... Joder. Y encima no es una foto cualquiera... me corre frío, voy a abrigarme
ResponderEliminarKapitan: Está en mis proyectos algun dia poder escribir una novela, hoy solo se de ella, a quien se la dedicaría, por eso que opines de esa manera, no solo me alienta, sino que me ha sorprendido, ya que como sabemos, los demas ven con mas claridad lo que a nosostros se nos hace dificil, y Anita S era solo este relato.
ResponderEliminarGracias.
no sabes como me emociono el relato, al igual que pechito argentino el final me emociono , es tan lindo desenterrar esos muertos en nuestra memoria , yo he desenterrados muchos y fue increible . Cada vez me gusta mas leerte .
ResponderEliminarGracias Cecilia, me alegro y mucho.
ResponderEliminarUn abrazo