20/11/13

ATAQUE MASIVO 2da. edición

 


Apenas veo, por las hendijas de la persiana y por la ínfima abertura de mis parpados, el gris del cielo. Apenas un filoso hilo de frío me roza la piel arrebato las sabanas y me cubro. Voy abriendo los ojos bajo la tela, descubro una distancia eterna entre la punta de mi nariz y los dedos de mis pies.

Aquí abajo también amanece por más que no quiero. Abro los ojos, amodorrada, todo es gris también aquí. Huelo el calor de mi cuerpo encerrado entre mis brazos y respiro profundo, me lleno de aire  y de pronto siento que comienzo a flotar, que me elevo hacia  el techo, estoy arañando el cielo raso… hay música del otro lado.

Apoyo mi oreja en su suelo, un suspiro largo, me excito, me gusta lo que escucho, lo que siento, me erotiza. Mi pecho se pega contra su piso, y él me siente, se tira al suelo, me percibe, me busca arrastrándose como un animal en celo, me huele, callado, tiembla y yo siento su miedo, latimos fuerte, jadea y lo sigo, camino en cuatro patas por mi cielo, siguiéndolo, me deslizo por la pared, pegada a su cuerpo, agudizo mi olfato y sigo su huella, su olor, blanco, espeso, de pronto lo pierdo, me desespero, mi cabeza gira atenta hacia todos lados y otra vez lo encuentro. Jadea, se mueve despacio, lo sigo por líneas, por vértices, por ángulos y llego al piso. Está ahí, detrás de la pared, puedo dibujar su silueta con mi lengua, sus manos atraviesan el muro, se meten en todos mis labios y con la violencia justa me arranca de mi encierro y me lleva, me dejo llevar al espacio que se abre entre sus piernas... hasta que amanezca y apenas un filoso hilo de frío me roce la piel, vuelva a cubrir mi cuerpo cansado, y sólo me quede de él un jarabe escurridizo entre mis piernas.



Dedicado a Ato, porque alguna vez lo guardó en su arcón de relatos preferidos. Espero que esta edición más cuidada te guste un poco más. Abrazo grande, muy grande.