LOLA DANDO CATEDRA.

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- A ver - dijo Lola apoyando los puños cerrados en su cintura- rebobinemos el manual. Página 5, primera lección:

“Si te quedas esperando que el otro te de lo que vos mismo podés generarte, es posible que sucumbas en la espera”

- Esto quiere decir, que podrían darse alguna de las siguientes alternativas:
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1- El sinvergüenza que quieres que te cante para hacerte sentir mujer bonita, se demora, y mientras tanto te quedás dormida. El llega tarde, canta y vos ni te enteraste. Mientras tanto te perdiste de ir a escuchar a la banda que tocó en ese preciso momento el tema que vos querias y como querias, en la otra cuadra de tu casa.
2- El sinvergüenza, no llega, te quedás dormida y al despertar te encontrás pensando que pudo haber pasado y vos no te enteraste.
3- Llega a tiempo pero no canta lo que a vos te gustaría.
4- Llega a tiempo canta lo que quisieras, pero desafina al punto de darte nauseas.
5- Llega, canta como y lo que vos querías, te hace sentir “Pretty Woman”. Con el correr de los días, el príncipe en cuestión va tomando forma y voz de sujeto común y corriente, como corresponde a la especie de los mortales y vos vas dejando de parecerte a Julia Roberts.
Consecuencia de dichas conductas: “Eterna calabaza”

- Dejate de joder, querés?- dijo Lola antes de tirarse por el balcón- Ni Richard Gere canta como quisieras, ni ya es lo que era.

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“Cría cuervos y te sacarán los ojos”- pensó Ulises mirando a la Magah mientras escribía.