.
.

La última imagen,
tu espalda.

Y pasado mil dias,
eterno tiempo de ausencia,
un pesado dolor
incrustado en mi cuerpo.

Miro, busco y rebusco,
alguna delgada señal.

Algún grito, alguna voz.
Alguna presencia.
Algún vuelo nocturno,
que me diga que estas,
que vives,
que respiras,
que aún caminas, que andas,
inclusive que amas.

Nada me asiste
mas que mi locura,
mi intuir, mi presentir.

Fantasma lejano, difuso.
Algo me sabe amargo
sin saberte.

Y buscarte te resucita,
me resucita, y duele.

Pero...
prefiero saberte vivo
lejano y ausente,
a seguir oliendo
este olvido de muerte.
.

Pintura: Eduardo Anievas Cortines

.