-No
se asuste, yo la voy a tratar bien... no haga pucheros, ¿quiere? Sepa, mujer,
que yo no hago esto todos los días, ¿eh?, pero a la final, acá estamos usted y
yo, sentados frente a frente… Derechita, apóyese bien contra el respaldo del
asiento, ¿quiere?... Mire, tenemos todo el tren para nosotros, el vagón
desierto, hasta el guarda nos dio vía libre…ja ja, vía libre, eso es… vamos a
poder elegir a dónde queremos viajar… ¿A dónde quiere ir usted?... No la
escucho… ¿Qué?... Más fuerte y ¡sin llorisquear!... ¿a San Fernando,
dice?...no, no, vamos a ir más lejos, iremos a Gobernador Garmendia… ¿A qué no
sabe por dónde queda?... Queda en Tucumán, de donde yo vine hace una pila de
años… ¿Siente?, el tren ya está en marcha… Mire qué linda se ve la ciudad iluminada
desde la ventanilla… y a usted… las luces le adornan la cara y se pone re
linda, así, llena de luces. ¿Sabe?, de noche tiene la piel más blanca, parece
un relámpago cuando lo alumbra todo... y me imagino que sus tetas deben ser
como dos pompones de algodón que caben en mis manos…uf… Mire, mire mis puños cómo
se cierran, se ponen rojos de tanto apretar… Están como amotinados para no irse
a tocarla… porque, ¿sabe que mis manos se mueren por investigarla? Si yo fuera
mis manos, empezaría por tocarle los pies… son tan chiquitos que hasta deben
caber en mi palma… mire sus uñas… tiene
una perla en cada dedo, parece un collar… ¿Sabe qué me gustaría?, ir con mi
mano desde sus pies hasta las rodillas y que usted abriera un poquito las
piernas para que yo le meta mi mano en ese pasillo oscuro hasta llegar a
tocarle la bombacha… ¿De qué color es su bombacha?... ¿Verde?... Me hace reír. No
me gusta una bombacha de ese color… saqueselá, ¿quiere? Le debe quedar muy fea…
¿Se la saca usted o se la saco yo?... ¡No llore! Ve, si me deseara un poco la
estaría pasando mejor… Muy bien, se la saco… ¡Ah! Ja, ja… Veo que entendió
rapidito… Muy bien, se la va a sacar solita y yo miro…uf… Qué lindas piernas… Me
imagino su culo, ahí, donde nunca le da el sol… uf… Vamos de a poco, total
tenemos un largo viaje hasta llegar a Gobernador Garmendia… Pero deje de temblar, ¿quiere?... ¡Ay dios y
la virgen santa!... ¡Es más linda usted! Sus piernas parecen dos chorros de
leche cayendo desde lo alto de su trasero…
Pero me hace enojar, tiene un gesto de mierda en la cara, de asco, así
es como las minas como usted me miran siempre, me hacen sentir una basura, y yo
no soy eso, ¿sabe?... yo sé leer, escribir, terminé toda la secundaria; yo no
estoy enfermo, no fumo, no tomo, trabajo, y todos los días antes de irme a
dormir, leo un libro de poesías que me regaló una novia que tuve… Ella tenía la
piel suave… ¿A ver la suya?... ¡Baje la cabeza! ¿Tiene miedo de que la toque?
Acostúmbrese, y cuando yo la toque,
usted mira al piso… ¿A ver cómo lo hace?... Bien, y sin llorar, tráguese esos
mocos… uf… Usted me hace poner un poco furioso… A ver... Sí, es suave, re
suave, tanto… Mire, se me pone la piel de pollo... uf… ¿Sabe?, cuando yo le
tocaba la bombacha a mi novia, ella se hacía pis encima, se mojaba toda… ¡Uy! …
Sienta, ya tomamos velocidad… Cambie esa
cara, ¿quiere?... Y ya no me mire como a perro con sarna, no me acostumbro a
ese trato de mierda que me dan las minas como usted… Y por más que el Raúl diga
mil veces que somos de mundos distintos, ustedes y nosotros, que no nos
mezclamos ni en los sueños, yo voy a cumplir el mío… Ya, ya… Muy bien, deme esa
bombacha, ahora es mía, es mi primer premio… ¿Sabe?, se la voy a llevar a mi
hermano, este es un calzón fino, y cuando se lo muestre, me va a creer que a la
final me cumplí el sueño… ¿Sabe cuál era
el de él? Manejar uno de esos autos caros que se ven en la calle, de esos que
no hacen ruido y que cuando los mirás, zas…, desaparecieron en el mismo momento
de tan fuerte que andan… Él sabía que nunca se iba a poder comprar uno,
entonces, agarró, eligió el que más le gustaba y se lo afanó. Anduvo en auto
toda la noche, muchas horas, hasta que se le terminó la nafta… Él decía que
después de eso se podía morir tranquilo, porque ¿para qué mierda va a vivir uno,
si mientras está acá en la tierra no cumple sus sueños?… ¿Para qué?... Y tiene
razón, semejante vida de mierda que nos toca a algunos… Mi hermano está preso
ahora, yo le digo que se joda porque cuando terminó con su sueño, se tendría
que haber recatado, y no, le agarró el gustito y lo pescaron… Está jodido
ahora, pero bue… Yo siempre soñé
distinto, soñé que iba a viajar en tren con una mujer de pelo claro y piel muy
blanca y lisa, así como es usted, pero me iba a buscar la mejor de todas,
porque yo no voy a hacer eso de enviciarme, yo me mando una, la mejor de todas,
y me retiro… Y usted es la mejor de todas, si cuando me acerco a su cuello… ¡Ey,
no sea bruta, quiere! No se espante, apóyese en el asiento que sólo me voy a
acercar a su cuello para verle las venas que corren debajo de esa piel
trasparente que tiene… Yo sueño que usted está enamorada de mí…, y que le dan
ganas de que yo la toquetee toda y la bese y le haga el amor… Estoy seguro de que
a usted le gustaría que yo le haga mojar las bombachas finas que usa… ¡Vamos,
no llore!, me pone nervioso… Este es mi sueño y no la voy a dejar que me lo
estropee. ¡No me haga gritarle! Después que termine, si quiere agarre el chumbo
y me pega un tiro, total, ya está… Además yo no voy a ir preso… ¿Sabe?, todos
los días, cuando viajo en el tren, temprano, para ir a trabajar, a limpiarles
las oficinas a las finolis como usted, y las veo todas limpitas, con ricos perfumes, con los pelos
que brillan, con la ropita prolija… finas, como en los dibujitos de las
revistas… Yo me pregunto por qué no puedo pegarme un buen revolcón con una como
usted… ¿Me explico?... ¡Ah, qué bueno!… Mucho sexo, un polvo magistral de ésos
que uno no se olvida en los años de los años… ¿Por qué no?... Además este sueño
es mío, no es como el de mi hermano, es más legal, más permitido, ¿vio? Porque
se trata de robarme un poco de amor, nada más que eso, y eso no se le niega a
nadie, ¿entiende?... Yo no soy una cucaracha… Yo soy un hombre… Yo ando cerca suyo,
la veo pasar aunque usted no me vea, le tengo ganas… Yo vivo… Eso es, respiro, hablo…, aunque usted
no se entere, y ¿sabe? Yo, antes de morirme, aunque sea en este sueño, voy a
existir y se lo voy a hacer sentir…