28/4/10

DECEPCION

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Ayer a la tarde vino a visitarme mi hermana. Siempre lo hace desde que estoy aquí, pero hasta este día, siempre me había visto desmejorada y bajo los efectos de la olanzapina.
Mas que pena, creo que mi enfermedad pudo haberla desconcertado de manera tal, que su decálogo de frases para la ocasión, debió haberlo de tenido bien guardado, ya que por mas que lo recorriera, nada decía a cerca de cómo tratar a una “descompensada”.

En cambio hoy, al verme mejor, y a modo de posible e inconciente venganza por el susto, y lo mucho que debió movilizarla verme mal, se despachó con una de las frases de su nómina: “Bueno, espero que ahora que podés pensar te dejes de joder, estás rodeada de gente que te adora y vos andás penando por el mundo sin aceptar como son las cosas”, luego continuó “Por que él te dijo muy claramente que ya no quería verte nunca mas, no?”… para su tranquilidad le contesté que sí, que así había sido.

Yo ya estoy habituada a esas formas suyas, que ella califica de honestidad y se jacta de siempre decir lo que piensa y siente, como si esos actos de sincericidio que nadie le pide, le dieran un valor agregado y donde nunca, los dueños de esa arrogante manera de ser, consideran el daño que le pueden provocar al otro.

Luego de que ella se fuera, me quedé masticando una molestia a la cual no lograba darle nombre, hasta que hace apenas unos instantes se me ocurrió que la misma se trata de decepción.

Siempre confíe que ella me entendía y que nada, absolutamente nada, pondría distancia en la hermosa relación que compartimos, pero… hoy sentí claramente que no podía hacerlo, que mucho mas allá de que tenía razón en tratarme como a una adulta, no pudo ponerse en el lugar del que sufre.

Lo sé, lo siento, y si hay algo que bien hacemos los “locos de amor” es sentir, la gente normal es la que se encarga del “pensar”, de tener a mano un decálogo de explicaciones y razones por la cual es mejor no amar.

Mi abrazo de siempre
Ursula.
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27/4/10

CONTRADICCIONES

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Tal vez no imagines que solo puedo escribirte desde la clandestinidad. Aquí todos acuerdan con que no es bueno que lo haga, y todavía no he podido enfrentarme a ellos, ya que temo que de hacerlo, se les ocurra que aún no estoy tan bien como para salir de este lugar.
Por eso utilizo los momentos de descanso, generalmente el horario de la siesta para hacerlo con tranquilidad.

No serìa justo decir que no me encuentro bien en este lugar, todo por el contrario, me atienden de maravillas, me cuidan mucho, afectuosamente, y eso me agrada, me hace sentir contenida, y puedo acordar con que aún lo necesito.
Me han bajado la medicación y eso es alentador.
Hoy vi a la psiquiatra y le pregunté que pasaría conmigo en el caso de no estar tomando las pastillas, no con el animo de abandonarlas por mi propia cuenta, claro está, sino con la intención de corroborar la autentica necesidad de continuar con ellas.
Sus respuestas suelen parecerme armadas de momento, evasivas, pero está bien, por que como bien suele decirme ella, cada cuadro es distinto y la medicación psiquiátrica es artesanal, hay que ver como resulta y como manejarla de acuerdo a cada paciente.

La cuestión es que yo estoy bien, pienso y respondo de manera coherente, puedo intelectualizar y distanciarme de mis sentimientos, entendiendo que quererte forma parte de un sentimiento al cual debo renunciar, pero se me hace muy difícil resignarme a ello.
Es increíble como esta cabeza hace selección para quedarse solo con los buenos recuerdo de nuestra historia, y desestima los tremendos dolores que nos hemos infligido.
Las pocas y escuetas palabras que he recibido desde tus líneas, suelen darme mas tristeza que aliento, ya que en ellas interpreto que la vida te sigue feliz y sin ninguna necesidad de mi. Eso me alegra ya que desde mi amor bueno, deseo que estès bien, pero mi amor egoísta reacciona queriendo saber si por lo menos me extrañás, solo la mitad de lo que yo te extraño.

Malditas contradicciones humanas que nos ponen a sufrir!


Un Abrazo
Ursula.
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25/4/10

FLORES PARA URSULA

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Hoy ha sido un buen día para mí y de sorpresas para Ángela, quien cuando llegó, como cada mañana a mi cuarto, se encontró con que yo no estaba allí.

Dice que se preocupó, pero que algo le decía que yo no había hecho ninguna de mis locuras, y salió a buscarme por el lugar con absoluta serenidad.

Ella confía en mí, y su actitud me fortalece de tal manera, que hace que yo también pueda volver a hacerlo, y así, haberme animado a salir caminando sola hasta el árbol de tilo, que como te conté, florece directamente en mi ventana.

No sabés que maravilla es ver las perlas de savia que se engarzan en las ramas del tilo. Si tomas una de ellas y la haces estallar entre el índice y el pulgar, te sentís con el poder de hacer brotar una pequeña flor amarilla.

Fue parada frente al árbol que entendí algo más a cerca de mi soledad, y fué comprender que tan sola puede sentirse una persona cuando luego de haber dedicado casi la mitad de su vida a cuidar a alguien, se queda sin poder hacerlo, por que los hijos, como los árboles se hacen grandes y un buen día dejan de necesitarnos.

Por ahí se dice que esto es el síndrome del nido vacío, y debe ser así, pues yo siento eso y me encuentro sumida en esta extraña soledad que me ha enfermado por mi imposibilidad de ver un poco mas allá.

Entonces dejé de mirar al árbol, me tiré de espaldas al suelo y traté de ver mas allá, y ahí estaba yo, como una perla del tilo, a la espera de que mis propias manos me hagan brotar como a una de esas flores amarillas. Supe entonces que es tiempo de cuidar de mi, que vale la pena el intento y que ya es momento de perder el miedo, por que encontrarse a solas con uno mismo, suele dar miedo, viste?

Cuando abrí los ojos, Ángela estaba acostada a mi lado sobre el césped del jardín, la miré sonriente, me puse de pie y le extendí la mano para ayudarla a levantarse, me miró y me dijo: " Pareces una linda flor amarilla".
Supongo que mi ropa y su bondadosa mirada hacia mí, le hicieron pensar en eso, pero preferí pensar que a partir de ese momento yo estaba lista para comenzar a florecer,

Un fuerte abrazo
Ursula.


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20/4/10

Por El Aire...

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Esta mañana ha venido Ángela muy temprano, ella ya no golpea la puerta del cuarto, apenas la entreabre, pronuncia mi nombre y pasa. Es grato volver a sentir la confianza, es necesario, y sé que lo sabés tanto como yo.

Recuerdo que cuando me trajeron a este lugar, entre medio de mi somnolencia química, sentí un terror paralizante cuando alguien entró sin anunciarse, y se paseo por entre mis pertenencias sin ningún permiso, es mas, sin ningún derecho, cuando yo apenas si tenía la minima lucidez para imponerme en mi negativa de que lo hiciera.

Exclamé fuerte, lo que para mí fue un grito, pero nadie escuchó, y entonces desde mi frágil burbuja, de donde yo no podía salir y a la que nadie podía entrar, comprendí en que profunda soledad uno queda inmerso cuando no puede confiar. Uno se siente tan vulnerable, tan solo y desprotegido, que las únicas posibilidades son la de desaparecer o defenderse y atacar hasta a la propia sombra.

Esta mañana Ángela quiso que la acompañara al jardín, quería mostrarme como había brotado el tilo en tan solo el tiempo que transcurre de la noche a la mañana. No me permitió verlo por la ventana como yo hubiera querido. Se puso firme y me dijo que era necesario que yo volviera a caminar.

Y sabés? Ella me esta enseñando a dar los primeros pasos otra vez, insiste en que va a ser mucho mas saludable que esta cuestión mía de querer volar, y la verdad, otra vez creo que tiene razón.
Por estos días he sentido el inmenso cansancio de tantos años de andar por el aire.

El paseo por el jardín, paso a paso, ha resultado bien bonito, tanto como la sonrisa de Ángela al verme reír.

Te abraza
Ursula.
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17/4/10

HOMBRE


Mina viaja recostada en el último asiento de un colectivo, le pega en la cara el último resto de sol que entra por la ventanilla.
Por el rabillo del ojo ve que un hombre va a sentarse a su lado. No se mueve hasta que el acompañante muerde su abrigo al tirar todo su peso sobre el asiento, solo allí gira la cabeza y lo mira a la cara.
Acompañante se disculpa.
“Lindo- piensa Mina- Lindo”
Los hombros de ambos quedan pegados, ninguno de los dos se mueve. Mina huele su perfume. Le gusta. El se acerca e imprime un mayor contacto entre los hombros de los dos.
“Tiene espalda amplia-piensa ella, debe ser fuerte”
Transcurren las cuadras, las avenidas. El transito, por momentos detenido, hoy no es razón para el fastidio.
“Está buena- piensa él – debe ser suave”
Hombre ha perdido la prisa y Mina desea que el viaje sea eterno, aunque sea para sostener el juego.
Hombre baja su mano hacia su rodilla, y roza la mano de Mina. Los movimientos del colectivo los aproximan mas aún, nunca los alejan.
Hombre mueve su pierna, la acerca levemente a la de ella.
Mina ejerce una leve presión sobre la de él a modo de respuesta y en ese instante siente que va perdiendo la modorra rutinaria de los últimos días. Le corre un viento fresco por dentro, su ánimo se va transformando. Registra el deseo de poder tocarlo. Mira sus manos. “Como a mi me gustan- piensa – grandes y fuertes”
Sigilosamente hace girar sus pupilas y de reojo y cuidando de no ser advertida le mira la entrepierna, mientras él, del mismo modo, le mira el escote.
“Las mejores tetas que he visto en los últimos tiempos- piensa”
Quietos, sin perder los puntos de contacto.
Mina llega a destino, le pide permiso para pasar, el se pone de pie sin quitarle la mirada de encima, ella también lo mira. Mina baja del colectivo y él detrás. Hombre la sigue, callado. Camina a escasos metros de ella. Mina entra a su casa, deja la puerta entreabierta.
El entiende y entra. Cierra la puerta despacio tras de sí y gira. Un living pequeño vacío, literalmente vacío, sin muebles, casi sin luz, salvo la que el atardecer va perdiendo en manos de la noche y deja entrar por el ventanal desnudo.
Hombre comienza a dudar si permanecer o salir de inmediato por donde entró. No sabe el nombre, ni quien es esa mujer, a esta altura comienza a sospechar que ella haya sido real.
Silencio.
Se pregunta que está haciendo ahí. Nadie le responde.
Mina lo espía por detrás de una puerta, lo recorre todo, desde la cabeza a los pies, se detiene en sus piernas. Respira profundo y aparece delante de él.
Un paso cada uno y recobran los puntos de contacto. El la huele en el cuello, la reconoce en la oscuridad que se va haciendo densa. Le saca la blusa y hábilmente le desprende el corpiño que dejan caer al piso. La mira. No se había equivocado, apoya su mejilla sobre su pecho y lo estremece la tibieza y la suavidad. Así lo había imaginado.
El se saca la ropa. Le toca la espalda, va recorriendo con la yema de sus dedos cada vértebra hasta perderlas todas. Su otra mano asciende desde la rodilla hacía arriba. Mina entrelaza sus piernas entre las de él y se mete en su boca.
Ambos, de espaldas al piso, sobre la ropa que fueron perdiendo una a una, con la mirada y el silencio hacia el cielo raso, exhaustos, sonríen.
Habían salvado el día.
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15/4/10

LOLA...Mas suelta que Nunca

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- Dejá de ladrar Ulises, ya me bajo, es solo un momento mas, estoy haciendo un avistaje… necesito saber, ver, intentar pensar que aunque sea a lo lejos, hay un barco pirata que viene por mí, el príncipe azul ya fue, me pasó de largo…

Ulises no deja de ladrale a Lola, que está, desde hace unos minutos, sentada en la luna, que permanece aún atada al balcón.

- Dejá de botonear a los vecinos perrito con ínfulas de policía, ya hemos tenido líos bien gordos con un par de ellos… además voy a devolver lo que no es mío. Dice la psicóloga de la tele que uno debe ubicar la perdida, entender que lo que el otro dice es como lo dice y que no se deben hacer interpretaciones boludas sobre sus actos… bueh, ella no dice “boludas”, pero vos me entendés no?

Lola baja despacio desde la luna a su balcón, Ulises sigue ladrando y la recibe en el piso a los saltos y moviendo la cola.
Ata al cordel de la luna un libro, una canción y un cepillo de dientes. Y mientras desata el nudo que mantuvo a la luna amarrada al balcón, mira al perro con la cara arrugada de pena.

- y bueno… no habrá sido para mí… mejor será dejarlo ir y… escuchate esta Ulises…

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… y yo que creía que me la cantaba a mí… que boluda!
La luna tomó altura y a poco de salir de Belgrano se perdió entre un cielo nublado.

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13/4/10

URSULA

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Corresponde que te diga que estoy bien, no es un detalle menor respirar cada nueva mañana y que cada día, a pesar del otoño, vaya siendo un poco más cálido.

Te cuento que aquí la gente viste toda de blanco, incluso yo. Reconozco que aunque no me guste mucho este color, las prendas comienzan a resultarme más cómodas y lucen bien si uno las mantiene limpias y bien planchadas.

Al principio me sentía absolutamente presa en ellas, parecía que tenían vida propia y que se habían adueñado de mi voluntad… era tan difícil vivir dentro de ellas, sentía que su abrazo era demasiado apretado para mis alas y que si ese ahogo se sostenía en el tiempo, les provocaría asfixia.

Lo curioso era que aún pudiendo formularme ese pensamiento con una minima porción de mi cerebro, la que conservaba conexión directa a ellas, el resto de mis cables estaban como desconectados y ello me dejaba sumida en una quietud extraña y ajena.

Por estos días aquí todos han empezado a ser mas amables conmigo, parece que ha sido bueno que les dijera que ya no tengo alas, y hoy insisten en convencerme de que nunca las tuve, tal vez sea cierto, y tal vez por eso hoy me sienta bien.

Deben tener razón… así es mas fácil, ya que vivir con alas en la tierra es tan dificil...es cosa de locos, no?

Te abraza.
Ursula


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9/4/10

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Equilibrio justo, término medio, moderación a fuerza de una pastillita rosa, de esfuerzo mental, del pago semanal de la terapia.
No a todo lo que provoque excitación, no a la música frenética, al volumen fuerte, no a un porro, no al alcohol o al sexo. Caminar en lugar de correr. Hablar y no gritar. Querer y no amar demasiado. Comer sin devorar. No al consagrado desorden del cuarto. No a las películas extremas, no al drama, al terror. Nada de montaña rusa.
No a las masas de recitales, no a bailar, a estar sola, no a la intimidad de caminar desnuda por la casa. No, no, no. Acostarse antes de la medianoche, no a la falta de orden, no estar sola, sola, sola… no.
---------------------------------------------------------------------------------------------------------Ursula
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5/4/10

LOLA 3 a.m. Deducciones y Postre.

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3 a.m.
En el preciso instante que Lola se incorpora de manera repentina en su cama, sobresaltada, Ulises se levanta cual resorte en su cucha.

Lola sale de entre las sabanas, se pone una camiseta larga, y va hasta la heladera, solo encuentra una manzana, la friega en su ropa y le da un primer mordisco. El jugo cae de entre sus comisuras.

Vuelve al cuarto, saca su notebook de abajo de la cama y la enciende. Ulises a su lado, sin quitarle la vista de encima.

- ¿Me querés decir Ulises por que carajo fingimos orgasmos?... Leo en Palabras Descalzas al respecto y lo que más me ha sorprendido no es que nosotras finjamos, ya que yo también lo he hecho, lo que me ha dejado de la nuca es que los tipos lo saben y que además ellos también fingen. ¿Cómo se llama esta película “Mentime que me gusta”?

El perro ladea la cabeza.

- Los que dicen saber que fingimos, dicen no saber por que lo hacemos o que prefieren eso a sentir que se cojen una bolsa de papas, o a pensar que tienen un frígida en la cama o lo que muchos jamás se animarán a formularse, que no son lo tan machos que piensan, y que lo son, si hacen que su “partener” llegue al cielo infinita cantidad de veces.
Lola muerde la manzana, la mira, mira la pc y vuelve a leer.

-¿Sabés que?... Algo no está bien…

Ulises ladra.

Lola mira otra vez la manzana, la da vueltas con su mano, la toca, vuelve a saborearla, mira el cesto de papeles, mide con la mirada la distancia y la dirección, la palpa nuevamente, reacomoda su mano, la toca, la saborea y lanza.

-Gooooooooolll!- grita y cae de espaldas en su cama.
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