28/3/10

LA LUNA DE SAN ISIDRO A BELGRANO

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- ¿Qué crees que hay del otro lado de la luna llena Ulises?

La luna se iba trepando al cielo. Ulises, miró su reflejo sobre el agua del río y la retó con unos cuantos ladridos.

- Por lo pronto sabemos que hoy la tierra está entre el sol y la luna. Es como estar en el lugar exacto para alguna locura ¿No te parece?

Ulises volvió a ladrar. Lola se agachó a su lado y le rascó la cabeza.

- Nos la llevamos Ulises, nos robamos la luna… solo necesitamos un hilo largo.

Viajó la luna llena enlazada de un hilo desde San Isidro a Belgrano, andando por Libertador.

Al llegar, Lola anudó el hilo a la reja del balcón.

-No va a faltarnos la luna Ulises, tal vez sea de locos, pero así tampoco faltarán locuras, para cuerda, está tu correa.




26/3/10

ALGO ASI...

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Despuès de ametrallar a la luna, molesto, por tanta luz que entraba por la ventana que daba al mar, solo, pudo llorar, por la amargura de seguir sintiendo el ardor de la sal.
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22/3/10

TERCERA Y ULTIMA ESCENA y se acabó.

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El se mantiene inmóvil mientras la abraza. De repente su cuerpo cobra tensión, en el preciso instante, como repelida, ella lo suelta, se retira un paso hacia atrás.

Un puño apretado rompe sobre su boca, la tira al piso con el golpe. El la insulta, le arranca la ropa sin que ella pueda detenerlo. Se le tira encima y mientras la sigue insultando la besa. El rostro y la mirada se le hacen de hielo. La vuelve a golpear, otro puño cerrado al estómago. Ella se ahoga. El limpia con su mano el hilo de sangre que cae de su boca. Levanta el brazo y lo deja caer pesado sobre su cara, que como un latigazo gira sobre el piso hacia un lado. Ella intenta salir de entre su cuerpo, se aleja reptando de espaldas por el piso, el la deja irse, la mira. Cuando queda su pierna al alcance de su mano, la toma por el tobillo y aprieta fuerte.


EL:
Maldita hija de puta. Mentirosa.

Aprieta los dientes. La cara se le impregna de odio. La mujer trata de alejarse y le grita


Ella:Esto se termina.

El lleva la vista hacia el puño que envuelve el revolver, ve los movimientos leves de los dedos que se ubican para accionar el gatillo, se incorpora, aun sentado en el piso, mientras ella levanta el brazo.

Ella:Maldito hijo de puta.

El revolver se eleva en el aire de la mano de la mujer, que llora desconsolada. El pecho se le contrae del llanto. El mira el arma en su mano y luego la cara de ella desfigurada, otra vez el arma y otra vez su cara.
El arma apunta a la cabeza del hombre sentado en el piso, inmóvil, mudo, que no deja de mirarla a los ojos.


Ella
Bastaa!

El se pone de pie, cerca de ella, que aún permanece en el piso. Ella se abraza a una de sus piernas, con todo el cuerpo, fuerte, con impulso lo tira al piso, lo deja boca arriba y se sube a él que deja muerto los brazos a sus lados, sobre el piso. Ella golpea su pecho, una y otra vez.

Ella:Te odio, te voy a matar, maldito hijo de puta. Me dejas muda, y yo solo quiero hablar. Hablar, hablar, que por una puta vez escuches.

Ella se ve agitada de dar golpes sobre su pecho con los puños cerrados, el ataja sus manos, se cubre la cara. Deja de pegarle, y en un movimiento rápido se pone de pie. Camina dando pasos hacia atrás, sin dejar de mirarlo tendido en el piso con las manchas de su sangre en el pecho y en la cara. El quieto, le mira las piernas desnudas que se van alejando.
Ella se acerca a la pared, queda apoyada, respira. Cierra los puños, levanta el brazo y con violencia barre los libros que están sobre la repisa al lado suyo. El sigue tendido en el piso sin dejar de mirarla. No se mueve. Ella también sin dejar de mirarlo, toma un arma que queda a la vista sobre la repisa.

Ella:Idiota, jamás te hubiera hecho daño, nunca supiste lo que te quise.

El brazo de la mujer está tenso y tembloroso en dirección a él.

Ella:Bang!

El cierra los ojos. Al instante los abre y ve el brazo que se desvía, se apoya en la sien de ella y dispara.
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20/3/10

SEGUNDA ESCENA de un crimen que se va planeando.

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La mujer camina rápido por la vereda. Mira la hora en el celular que lleva en la mano. Otra vez solo faltan diez minutos. Esta vez para las seis de la tarde. Corre. Corre más fuerte.
Llega a la puerta, revuelve apurada la cartera. Saca la llave y abre. Una vez adentro, se apoya sobre la puerta ya cerrada. Está agitada y su corazón late visiblemente acelerado. Respira profundamente intentando recobrar el aire perdido, se arregla el pelo.
El esposo se acerca a la casa por la misma vereda. Mientras camina hacia ella, saca la llave de un bolsillo. Se acerca a la puerta. Nota que la misma se mueve levemente, replica un temblor que viene desde adentro. Presta atención en silencio. Se agacha y pone su ojo sobre el agujero de la cerradura.
La ve. Ella camina hacia el interior de la casa arrastrando la cartera por el piso y arreglando su ropa. El sigue mirando sin moverse. Su puño se cierra fuerte apretando las llaves. Cuando la figura desalineada desaparece de su vista, se incorpora, deja pasar unos segundos y abre la puerta, despacio.
Ella está parada en el medio de la sala, lo escuchó llegar. Espera, como siempre, a que el se acerque a besarle la mejilla.
Lo hace y mientras tanto la abraza, fuerte, contra su cuerpo, reparando en los latidos agitados de su mujer.
El cuello de la mujer se va deslizando lentamente hacía atrás en la medida que va sintiendo el ahogo del abrazo. Tiene miedo. Sus ojos, bien abiertos, van recorriendo la pared desnuda, el cielo raso y quedan sujetos del farol de hierro que pende de una pesada cadena negra. El vértice inferior ha quedado alineado a la cabeza de su esposo. Mira en detalle cada ángulo y cada lado filoso. Comprende sus brazos pegados a su cuerpo, sujetos al abrazo, no puede moverlos. Los ojos se le llenan de lágrimas, la boca se le ajusta.
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18/3/10

PRIMERA ESCENA de un crimen aun no planeado.

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Levanta lentamente la cabeza y mira el reloj de pared. Doce y veinte. Solo le quedan diez minutos. Prepara el almuerzo. Está ausente de la tarea, pensativa, triste. Apura a terminar detalles, ordena, pone sobre la mesa dos individuales que saca del segundo cajón de la mesada. Sobre ellos ubica cada plato, cada vaso y los cubiertos. El tenedor a la izquierda de cada plato. Le queda en la mano el último cuchillo. Lo mira, lo gira con lentitud viendo cada lado de la hoja. Lo limpia detenidamente con el borde de su camisa. Lo levanta a la altura de sus ojos y los ve reflejados en el acero. No le gustan. Doce y media en punto llega su esposo, le besa la mejilla. Ella acerca la comida ya servida en cada plato. Se sienta y espera. Espera, teme, sabe. Aún así, ahí se queda.
El insulto entra afilado por sus oídos, le va desgarrando el alma, como un trueno ajeno, lejano, que la hace ocultarse tras las mantas en la noche, mientras del otro lado de la puerta solo escucha gritos, ruidos. Tiene miedo, llora, se abraza a una muñeca y espera que la noche se convierta en día.
La mujer retira los platos sin tocar, que quedan sobre la mesa vacía de comensales. Llora para adentro. Tiene miedo, sabe, y sin embargo ahí se queda.
Mira hacia el piso. Un cuchillo…

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16/3/10

Ey!!...¿Qué es eso de BLOGGER, Ulises?

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- Ey Ulises, que diablos es eso de BLOGGER? Acabo de recibir este “flyer” por mail.

Ulises camina raudo, moviendo la cola, hasta quedar al alcance de la mano de Lola que le acaricia la cabeza.

-Parecen raros… ¿Qué harán escondidos detrás de una computadora?...Me los imagino verdosos por falta de sol, antisociables, malhumorados… Extraño, ¿no?... ¿Serán una secta?

Ulises agacha la cabeza y en clara muestra de resignación, la mueve de un lado al otro. Piensa:”No hay remedio, ahí va Lola”

-Prepará el bolso Ulises, ahí vamos, ¿Qué peor a lo que ya conocemos vamos a encontrar?
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Una iniciativa de un ser entusiasta que declara: NO NEUROSIS.

¿QUIEN SE ANIMA?

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12/3/10

EL ESCRITOR Y LA MAGA: Camino de arena.

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-Escena 1- Int.- Ómnibus larga distancia- Día
La Maga, acurrucada en un asiento del micro con la cabeza apoyada en la ventanilla, mirando hacia afuera. Tiene anteojos negros y auriculares. Ve que arriban a la terminal de ómnibus. Con movimientos lentos, se seca con sus manos las lágrimas que le caen sobre las mejillas, luego se calza la mochila en la espalda. El resto de los pasajeros se aprontan para descender. Ella baja última.

Escena 2- Ext.- Terminal de ómnibus- Día
Se ven los pies de La Maga sobre el cemento, quietos. Comienza a caminar despacio. Al lado, pasos mas rápidos de otras pocas personas. Van quedando solo los suyos que continúan hasta una calle de arena. Se detiene. Se levanta hacia la cabeza los anteojos de sol y ve a lo lejos el mar que está más azul que el mismo cielo. Sigue caminando unos metros y vuelve a detenerse para sacarse una campera liviana que lleva puesta. El sol pega fuerte.

Escena 3- Int.- Casa de Justine– Día
Justine está asomada a una ventana. Mira el camino de arena, se distrae con el movimiento de las ramas del pinar que rodea la casa. Vuelve a mirar el camino y ve a La Maga que se acerca despacio. Gira, corre hacia la puerta de entrada y la abre.

Escena 4- Ext.- Camino de arena- Día
Justine espera a La Maga a pocos metros de la casa. Ambas se ven a lo lejos y se sonríen. Al encontrarse se dan un abrazo fuerte y largo. Las manos de La Maga se clavan en la espalda de Justine quien se aleja un poco, y mirándola a los ojos, le quita los auriculares de los oídos.

---------------------------JUSTINE----------------------Bienvenida Maga
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10/3/10

Y Lo Cuento Por Última vez, si?


Cata Reyes cuenta el episodio por décima quinta vez. La peluca rojiza, llena de espesos rulos, se ve corrida sobre su cabeza. Se la ve palida y agotada. Asiente resignada ante la mirada inquisidora de los periodistas y comienza nuevamente el relato. Antes se rasca la cabeza, una vez más, con claro fastidio.

-El cuarto 37 es chico-dice- cuando entré, la luz del velador amurado a la pared, al lado de la cama, estaba prendida.

Se detiene, toma aire como dándose aliento y prosigue:

- El lugar olía mal, había como un aire raro, pregunté si había alguien y nadie contestó. Tranquila metí el carro de la limpieza, lo arrastré con fuerza por sobre la alfombra roja, y como siempre hago, insulté al pasajero por el desorden que había dejado. Las sabanas revueltas, eso obvio-aclara- pero arriba de ellas había dos bolsos abiertos y toda la ropa que se había sacado, chaqueta, pantalón y camisa. La almohada estaba doblada como si el tipo hubiera estado echado, mirando el techo o la tele, que estaba prendida en uno de esos canales pornográficos; o leyendo la biblia que encontré tirada a un costado de la cama. Yo venía cansada de limpiar las habitaciones de los otros pisos, a si que me senté un ratito en uno de los silloncitos que hay en los cuartos, pero la verdad me dieron un poco de asco las mujeres de la tele y me paré a apagarlo. De ahí me fui derechito al baño a juntar las toallas.

Cata se rasca otra vez la cabeza, hace un breve silencio, toma aire otra vez y sigue el relato, atajándose con las manos, de los micrófonos que temía se le metieran en la boca.

- Ahí, sentado en el piso, apoyado sobre los azulejos fríos, lo encontré a ese tipo, con la cabeza ladeada hacia un hombro, sin quitarme la vista de encima mientras un hilo de sangre le caía de la comisura de la boca sobre su cuerpo gordo y desnudo. Después no me acuerdo mas, solamente me desmayé, creo que lo que si atiné a hacer, fue a tirarme sobre la alfombra del cuarto, evitando morir del susto encima de ese asqueroso muerto.




Lugar del hecho, habitación 37 del "Gran Hotel Esperanza"

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8/3/10

Que sea el día de todos los LOCOS.

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Este post no es mío, es regalo de mi amiga Tiziana y quería compartirlo. Las "locas" también han hecho mucho pensando en que algo era posible.

Y creo que fue Borges quien dijo que los únicos que nunca cambian son los tontos y los muertos. Si bien es cierto que una cosa es sufrir un cambio y otra muy distinta es hacérselo sufrir a otros, convengamos que uno cambia cuando no soporta más lo que le pasa, por mucho que les pese a los que no puedan soportarlo. Así, la que hasta ayer te esperaba despierta, te cambia la cerradura; la que te esperaba dormida, se compra portaligas; la que veía siete telenovelas,se anota en siete cursos; la que manejaba una empresa, se quiere ir a vivir en carpa; la que cuidaba a la suegra como a una madre, la interna en un geriátrico; la flaca se pone hecha una vaca y la gorda baja veinte kilos. En el medio, te van tratando de "pirada", insatisfecha, ciclotímica,inmadura,egoísta y por supuesto, del peor de los insultos: feminista.
Y no fue fácil para nosotras las mujeres, descubrir que teníamos derecho a cambiar. Por largo tiempo pensamos que lo mejor hubiera sido ser otra. Y porque decidimos cambiar, porque somos diferentes
Porque sonreimos cuando queremos gritar
Cantamos cuando queremos llorar
Lloramos cuando estamos felices y reimos cuando estamos nerviosas
Luchamos por lo que queremos (o deberiamos empezar a hacerlo)
No tomamos un no por respuesta cuando creemos que hay una solucion mejor
Amamos incondicionalmente
Sabemos que un beso y un abrazo pueden curar un corazon herido
Manejamos, volamos, caminamos, corremos o escribimos por mail para demostrar cuanto nos importas
Nuestro corazon es capaz de hacer al mundo girar
Sabemos dar compasion e imponer ideales
Y tenemos mucho todavia para decir, hacer y dar
Les dejo un video para todos los que se han atrevido a ser diferentes


PIENSA DIFERENTE, ATREVETE!!!!!!!!!